¿ASÍ CÓMO QUIEREN QUE CONFIEMOS?

23 de marzo - 7:00 am
 

¿ASÍ CÓMO QUIEREN QUE CONFIEMOS?

El domingo 13 de marzo, fue una de las fechas más importantes para el país, se llevaron a cabo las elecciones para escoger a los que van a ocupar las 108 curules del senado y las 171 curules de la cámara de representantes los próximos cuatro años. Además de esto se tuvo la oportunidad de elegir a los candidatos en la famosa primera vuelta presidencial. 

Desde muy temprano del lunes 14 de marzo, se empezaron a escuchar rumores de eso a lo que toda Colombia le temía, “El fraude electoral”, llevando nuevamente a la Registraduría Nacional del Registro Civil a la posición de villana, como lo es cada año que se realizan los sufragios electorales en el país.

Para algunas personas, incluyendo a partidos políticos, se refieren a esto como el peor fraude en la historia del país, cientos de votos sin contar, jurados de votación anunciando sus malas jugadas por las redes sociales y candidatos tirándose hate y cizaña por cualquier medio de comunicación que les de voz, hacen que el ambiente se ponga aún más tenso de lo que ya está.

Pero quien sabe a ciencia cierta que se cometió fraude, que se quieren robar las elecciones, nadie, nadie sabe con exactitud qué fue lo que pasó el pasado domingo. Pero lo que sí se sabe con gran seguridad, es que se cometieron sinfín de errores antes, durante y después del cierre de los 11.034 puestos de votación que estaban a disposición de 38 millones de colombianos. 

Errores, que considero como un desconcierto monumental de las entidades encargadas de la regulación de las votaciones como: El Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Registraduría Nacional del Estado Civil, desaciertos que se habían puesto sobre la mesa días antes de las elecciones, los cuales ignoraron completamente y los que los llevaron a estar en la mira del ojo tanto nacional como internacional, una lista de 10 ítems que fue pasada por la Misión de Observación Electoral (MOE), con el fin de que se les pusieran solución lo antes posible para que las elecciones no se vieran alteradas.  

Más 300.000 personas no pudieron inscribir sus cédulas a causa de que la página de la registraduría presentaba múltiples fallas, la Registraduría les cambió a varias personas su lugar de votación, y estas no recibieron alguna notificación de dicho cambio, la página de la Registraduría Nacional en la cual se podía conocer el lugar exacto, zona y mesa de votación de cada persona estuvo caída toda la mañana del 13 de marzo, de igual manera la plataforma sólo tenía capacidad para la inscripción de 300.000 personas que habitan en el extranjero y de las cuales se inscribieron 900.000 que no contaban con mesas suficientes para ejercer su derecho al voto.

Por otra parte, se cambió la composición de los jurados de votación poniendo a personas totalmente inexpertas, las cuales no sabían nada acerca de las reglas, los procesos y las mecánicas electorales, llevándolos a cometer errores a la hora de informar u orientar a los ciudadanos, entregar los tarjetones, llenar las planillas de asistencia, hacer los certificados electorales y por último pero lo más importante, llenar los formularios E14 que llevan el control de los votos por cada mesa.  

 Y es que, para no decir patrañas o barrabasadas, nosotros los votantes nos enfrentamos a unas votaciones donde teníamos la opción de elegir dos o tres tarjetones de ocho que se encontraban en los puestos, tarjetones que muchos no sabían que eran o que contenían y cuando se preguntaba la respuesta era completamente nula por parte de los jurados, haciendo que el número de votos fuera mayor a el número de votantes.

Así que antes de hablar de fraude, los invito a analizar cada uno de estos errores y del porqué instituciones tan prestigiosas e importantes se pasaron por la galleta esto y dejaron que su imagen cayera a un pozo sin salida. Porque en este momento al registrador de la nación Alexander Vega le queda muy poco tiempo para demostrarle a una población indignada y con las esperanzas por el suelo, que la democracia en Colombia existe y existe para hacer respetar uno de los derechos más preciados para nosotros los ciudadanos, el derecho al voto. 

Y ya para terminar con esta columna llena pistas y reflexiones, solo me queda decirles que es totalmente necesario un recuento justo y transparentes de los votos de todos los partidos y todos los candidatos sin importar que sean de izquierda, derecha o centro, todos se merecen que sí se votó por ellos, el voto se refleje al final de los escrutinios. 

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