Una historia aterradora

La consecuencia de una traición 

Me levante temprano. Quite las sábanas de mi cuerpo. Aun desnuda me tome una selfie. Te la envíe. Mi novio, todavía dormido, aparecía en el fondo de la foto. Enviaste el emoticono de la carita babeando y la berenjena. Me alisté y salí hacia tu casa.  En todo el camino solo iba pensando en ti. El día era hermoso y con un aire veranial. Lo único que deseaba era quitarme las ganas de verte.

En el momento que llegue. Dejé mi carro a medio parquear y salí velozmente. La puerta entreabierta y un olor a putrefacto. Salía de su interior. Un escalofrió paso fuertemente por todo mi cuerpo. Pero mi emoción no me detuvo y decidí entrar. Miré a todos lados y no encontré ni una sombra. Empecé a decir hola hola y nadie respondía.

Después de un momento de hablar con el silencio del lugar. En una puerta de color marrón desgastado. Salía de su profundidad un charco de sangre. Sangre de un color rojo impactante que reflejaba el dolor de su procedente. Impactada y llena de miedo me dirigí a la enorme puerta. Decidí abrirla cuidadosa y lentamente. Miré y ahí estabas tú. El hermoso hombre que había robado mi corazón. Pero con una apariencia extenuada y deteriorada. Tus manos llenas de esa dolorosa sangre y con un temblor imparable. Describían un aterrador acontecimiento.

En el suelo rodeada de ese líquido repúgnate. Estaba Ella. La hermosa mujer rubia que vivía a la vuelta mi casa. Llena de heridas y moretones. Como si un auto hubiera pasado encima de ella. Petrificada y a punto de llorar. Levantaste tu espelúznate rostro y me miraste fijamente. Pasaron menos de cinco segundos con tu mirada encima mío. Entendí en ese momento que yo sería tu próxima víctima. Ese Dulce y tierno hombre. El que me robaba los suspiros cada vez que sonaba mi celular. Él era un completo monstro.

Reaccioné y salí huyendo de la habitación. Desesperada y con el aire escaso. Tu ibas detrás mío. Recordándome lo mucho que me amabas. Me tropecé y caí instantáneamente al suelo. por culpa de una alfombra llena de pelaje de oso. En ese momento mi fin había llegado. Sentí una gran presión en mi cabeza. Mis azules tiernos ojos se cerraron. Desde ese día 23 de julio. Dia de pleno verano. la hermosa Susan. Desapareció sin dejar un solo rastro.

Un año después de mi desaparición y una multitud de personas buscándome, llego el día, tres carros de policía y la Jeep de mi novio llegaron a la casa de él, de mi hermoso amante una casa abandonada y con un aire de dolor. La puerta con manchas de moho por la humedad, causada por la laguna que se encontraba a un costado de la casa.

Abren la puerta cautelosamente, de ella sale un viento helado y un vacío profundo, que sin necesidad de una palabra decía todo el sufrimiento que se había vivido en esta casa. En su interior no había más que muebles cubiertas de sangre y suciedad, su suelo era tan desgastado que se podían ver claramente las partículas de polvo que estaban sobre el.

Después de una hora de búsqueda se dirigieron hacia la vivienda mas cercana que se ubicaba a 100 metros de donde estaban, y así poder recolectar más información del lugar tormentoso donde se encontraban; cuando llegaron se pudieron encontrar una pequeña casa de no más de 30 metros cuadrados que solo se mantenía de pedazos de ladrillos y de escombros.

Encontraron que su puerta de metal tenía pequeñas huellas con sangre, sangre que tenía mucho tiempo de estar ahí, golpearon por mas de 5 minutos sin obtener respuesta alguna, al forzar la puerta lograron abrirla. En ese momento mi novio sintió un gran vacío, como si algo de esa casa le perteneciera.

Se recostó sobre un closet del metal de color blanco pero que por su tiempo en esa casa estaba cubierto de una grisácea suciedad, con una dolorosa presión el en pecho y sin poder respirar por el olor que Salía del baño de la casa. A solo tres pasos de llegar a la casa, escucharon un pequeño llanto, un llanto que provenía de una niña aproximadamente de 6 años.

Al ver el interior del cuarto, se encontraron con una espeluznante y desgarradora escena. Se encontraban más de 20 cadáveres unos sobre otros, todos eran de chicas jóvenes y ahí desnutrida, de un color blanco como el papel y a punto de dar sus últimos respiros, estaba la pequeña criatura, amarrada de pies y manos, completamente desnuda. rodeada de huesos, sangre, y prendas de ropa desgarradas.

Al ver esto todas las personas incluyendo a mi novio se soltaron en llanto, por tan dolorosa y cruel imagen, el mi hermoso Peter, mi compañero de hace 5 años sabia que yo, su dulce y hermosa Susan estaba entre los restos que rodeaban a la pequeña. Desorientado y frustrado gritaba ¡nooooo¡ ¡Ella nooo! ¡Mi Susan nooo¡, en la noche de ese mismo día. En una gran depresión y sin poder asimilar lo que había visto. Cogió la vieja pistola de su padre policía y de un solo disparo acabo con su vida, vida que dedicaba a mi y a mi felicidad, vida que yo Susan le robe y todo fue por la consecuencia de una traición.